Falta tan poco, para tener la edad que tú tenías cuando me empecé a enamorar...
Aún recuerdo tu actitud, infantil e insegura.
Tú jurabas tener la verdad, tener madurez para enfrentar situaciones,
o juzgar qué era lo que nos distanciaba.
Tú me hacías sentir un tanto inferior, me hacías sentirte un poco distante,
o más bien inalcanzable.
Sufrí mucho cuando me besaste.
Mis ilusiones se rompían y alimentaban con el día a día
y no existía en el mundo algo más doloroso.
A mis 16 años descubrí el dolor.
Y me arrepentí de haber pensado que ya lo conocía.
Tú, tan preocupado de la imagen que podías proyectar,
decidiste hacerme a un lado y no tomarme como opción.
Tú tenías 19, la edad que en dos días más tendré.
¡Tú tenías 19, te jurabas tan maduro!
Y yo sé que no lo eras,
más aún ahora sabiendo que teniendo 19,
sigo escribiendo de ti,
mientras tú no piensas en mí.
¡Qué inmadura he de ser!
jueves, 31 de mayo de 2012
martes, 29 de mayo de 2012
Suscribirse a:
Entradas (Atom)